no llores, no llores,
aunque la vida
esté llena de horrores,
deja que te pida:
llena un campo de flores,
de negras flores marchitas
y que nuestras lágrimas
sean el agua que las reviva.
No llores, no llores,
aunque la vida
esté llena de horrores,
que las marchitas flores
sean nuestros corazones,
diferentes pero iguales.
La brisa que respiras
es el olor a tristeza
de mis manos
con las que algun día
te daré un abrazo
No hay comentarios:
Publicar un comentario